Todo es Proporcionalmente Relativo

Todo, absolutamente todo. ¿No es esto Verdad? Hagan memoria de todos los ejemplos que puedan y van a ver.
El calor que tengamos será proporcionalmente relativo a las fuerzas que utilicemos, lo que nos provoca quemar calorías y grasas eliminándolas a través de la transpiración, que se produce a través del calor. ¡Guau! Esto tendría más que ver con Pancho Ibañez con eso de que “todo tiene que ver con todo”...
También es proporcionalmente relativo las ganas de tener sexo según la persona con quien más placentero sea dicho acto. Onda, por más que tengamos sangre corriendo por nuestras venas y necesidades fisiológicas que liquidar, si nuestro acompañante de aventuras resultó ser un fiasco, será más entretenido resolver la situación buscando otra opción o resignarse al método artesanal. Dependerá de la urgencia y necesidad o de la oferta y demanda del mercado (lo que también es directamente proporcional y relativo). Otro caso, el más frecuente de todos; el tiempo. Es relativamente proporcional a la necesidad que tengamos de llegar a un horario determinado. Si estamos apurados: el bondi no va a parar, o va a chocar, o va a estar todo el tránsito congestionado, o no vamos a tener monedas, o nos van a tocar todos los semáforos en rojo o simplemente nos va a taladrar la cabeza un vendedor ambulante, que por supuesto, antes de bajar se quedará unos minutos hablando con el chofer del partido de ayer, de los piketeros, del clima...claro, a todo esto el bondi está parado sin avanzar hacia ningún lado... Y ni hablar si tenemos que viajar en tren, por favor! Es todo un safari! Accidentes, corte de energía, cambios de horarios, cambios de plataformas, cambios de recorridos (cuantas veces al subir habré preguntado: no es rápido, no? Ya al contestarme que no subir confiada y que no pare hasta Caballito....y yo que tenía que bajar en Villa Luro...) el Sarmiento es un viaje de ida... Si estamos con prisa: se nos va a hervir el café, se nos van a quemar las tostadas, se nos va a trabar la llave, no estará ningún ascensor disponible y con suerte hasta llueve... Pero pueden pasar muchas cosas más; el remis no va a llegar a tiempo, el auto se nos va a ahogar, la pc no va a iniciar, el celular se va a quedar sin batería o señal, se nos va a enrollar el papel del fax, nos va a salpicar algún camión por la calle, o vamos a ir tan a destiempo por la vida que hasta podríamos pisar bosta y darnos cuenta al subir al taxi (último recurso) y notar que hay un olor a mierda inhumano... “Ma qué suerte?” pensás, esto era lo único que me faltaba...y es verdad; era lo único, así es que solo te queda por cantar “¡Bingo!” Y rogar que la persona con la que tenés que encontrarte aún se encuentre en el sitio esperando... (que de seguro va a estar, y te va a mirar con una cara de orto abominable...) y no es para menos, caés a cualquier hora y con una fragancia repugnante.